Gracias al avance de las nuevas tecnologías, tanto profesionales como pacientes, tenemos acceso a herramientas novedosas para llevar a cabo el proceso terapéutico. No solamente la
terapia online es
igual de eficaz que la presencial si no que tiene también otras muchas
ventajas: es cómoda, rápida y muy accesible desde prácticamente cualquier lugar. Además, refuerza la
intimidad del paciente y la sensación de familiaridad al
estar en su propio entorno físico. Muchos pacientes refieren
sensación de seguridad y confidencialidad. Además , se reducen costes al evitar los desplazamientos.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que estás facilidades pueden mejorar la regularidad en las sesiones, lo cual es un aspecto clave en la eficacia de un tratamiento psicológico.
Aún con personas que prefieren las sesiones presenciales, hay ocasiones que aprovechan esta modalidad como
alternativa flexible a imprevistos puntuales, ajustes de agenda, problemas de tráfico, enfermedad leve u otros motivos.